Lanas Trinidad - Gestión
Gestión del agua Gestión del agua

Gestión del Agua

Hasta ahora, no hay otra forma de producir lana lavada y/o tops de alta calidad sin la necesidad de utilizar agua en abundancia para lavar la lana sucia proveniente de los animales. Más aún, cuando se quiere llegar a los mercados más exigentes como es el caso de Lanas Trinidad.

Por esto, la empresa construyó en el año 1997 una represa de 1.000.000 de metros cúbicos de agua de capacidad. La misma se llena exclusivamente con agua de lluvia y a través de un acueducto de 7 km de largo, alimenta la planta industrial.

De esta forma, la empresa se abastece en un 100% con un recurso natural y renovable. No se consume agua potable de la ciudad, ni de cuencas sub-acuíferas, ni se bombea agua de ríos o lagos con fines productivos. Además, en el proceso de lavado y peinado, el 100 % del detergente, ensimajes y aditivos utilizados son orgánicos y biodegradables, asegurando de esta manera una producción sostenible y en armonía con el medio ambiente.

Luego del lavado de la lana, la empresa es responsable por el tratamiento del agua resultante del proceso y, para asegurar una buena gestión y administración de su huella hídrica, los efluentes deben ser debidamente tratados.

En esta línea, del proceso del lavado se desprende un efluente con una alta carga orgánica que, de no ser tratado adecuadamente, provoca un impacto ambiental relevante y negativo. El primer paso del tratamiento de efluentes, y aplicando el concepto de economía circular, es la recuperación de la grasa de lana. Mediante el uso de centrifugas, logramos obtener esta materia prima que luego es vendida a clientes, entre otros, de la industria farmacéutica y cosmética para la producción de cremas y productos de belleza.

Una vez que la grasa de lana es extraída y aprovechada, el efluente restante se trata biológicamente de forma anaerobia y aerobia en 22 lagunas dentro de un campo propio de 140 hectáreas, que se encuentra a 2 km de la planta. En este proceso, las bacterias degradan naturalmente el efluente y como consecuencia se produce un biogás muy rico en gas metano. Es por esto que, en el año 2012, Lanas Trinidad construyó una laguna - biodigestor que permite captar el biogás generado en ella.

La captura de este biogás tiene 2 finalidades: la primera, reducir en más de 95 % la emisión de los gases del efecto invernadero. La segunda, generar energía renovable en base al metano. Dicho gas, tiene un alto contenido energético. Es por esto que se lo quema en un generador, produciéndose energía eléctrica. Esta energía, que es 100% natural y renovable, se obtiene a partir del efluente industrial y logra cubrir entre el 25 - 30 % del consumo de la planta.

El efluente continúa transitando y purificándose posteriormente en 21 lagunas facultativas aerobias. Al final de este proceso, el agua del efluente cumple con todas las normas y disposiciones legales para ser descargada a los cursos de agua abierta. No obstante ello, como este efluente es muy rico en nitrógeno y fósforo, se utiliza para regar en forma agronómica nuestros propios árboles. De esta manera, logramos reducir el ciclo de crecimiento de los mismos, que luego serán cortados para alimentar la caldera de la planta. Con ello, estamos generando nuestra propia biomasa a partir de un combustible renovable.

También, con el mismo efluente final, luego del tratamiento biológico, se riegan cultivos forrajeros que sirven para alimentar ovinos y bovinos. De esta manera, logramos cerrar el ciclo sin la necesidad de verter aguas residuales de nuestro proceso productivo a cursos abiertos de agua. Toda esta gestion permite afirmar que el agua utilizada es 100% circularizada. Lanas Trinidad no consume agua, sino que la recolecta de la lluvia, la utiliza, la purifica biológicamente y la devuelve al ambiente.

Por otro lado, en el proceso del peinado de la lana se genera un residuo sólido conocido como polvo de lana.

Este residuo, que está compuesto por pequeños trozos de fibra, polvo y agua, es un excelente bio-fertilizante, muy rico en Nitrógeno. Este, permite sustituir fertilizantes tradicionales con fuente de nitrógeno como lo es la urea. Otra ventaja, es que es más duradero. En lugar de requerir una aplicación anual como es el caso de fertilizantes sintéticos, el efecto fertilizador del polvo de lana puede durar entre 3 y 4 años y ayuda a mejorar la estructura del suelo facilitando el desarrollo radicular de los vegetales. El polvo de lana es un buen aditivo para potenciar la salud de los suelos.

El uso del polvo de lana contribuye al aumento del stock de carbono retenido en el suelo. Esto, junto con la lenta degradación de la keratina de la lana, lleva a una reducción del inventario global de dióxido de carbono en la atmosfera y por tanto, a una mejora en lo que respecta al calentamiento global.

Lanas Trinidad

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